Primera petición de la serie de las siete peticiones del Padre Nuestro. La más importante puesto que se trata del Santo nombre de Dios que Él revela primero a Moisés y luego, en el Nuevo Testamento, Jesús nos lo manifiesta para dárnoslo a conocer y así poder santificarle con nuestra oración, nuestras obras y nuestro testimonio ante aquellas personas que no le conocen. El Padre Juan, siguiendo el ejemplo de Jesús, predica desde una barca en el lago Galilea y nos ayuda a hacernos una idea de cómo Jesús predicó a su pueblo.